sábado, 30 de agosto de 2008

Espectáculo recomendado

Recomendamos el Match de Improvisación Teatral de La Plata, un espectáculo en el que dos equipos improvisan títulos y estilos teatrales que no conocen previamente.
Muy divertido...
Todos los viernes a las 22 hs. en el café-concert "El Teatro", calle 43 entre 7 y 9 de La Plata.

jueves, 28 de agosto de 2008

SABUDIRIA GRIEGA

HAY MUCHO QUE APRENDER DE LOS VIEJOS GRIEGOS QUE, SIN DUDAS, SENTARON LAS BASES DE TODA LA FILOSOFÍA POSTERIOR. CUALQUIER CORRIENTE QUE ESTUDIEMOS EN NUESTROS DÍAS PUEDE SER NTERPRETADA DESDE LAS CATEGORÍAS DE LA FILOSOFÍA GRIEGA...
PUES BIEN, LOS GRIEGOS DECÍAN QUE HAY DOS PALABRAS QUE ABREN AL HOMBRE TODAS LAS PUERTAS:

EMPUJAR Y TIRAR.

El Estado de las clases medias.

* Inti Nahuel Pérez Aznar

El lock out patronal que siguen adelante los sectores económicos agropecuarios y el conflicto que este generó con el gobierno nacional al extenderse el porcentaje de retenciones a las exportaciones trajo una vieja discusión a las clases medias y altas argentinas. Esta es la de renegar del rol del Estado en la Economía del país y la intervención de este para morigerar los efectos del libre mercado.
Los grandes centros urbanos, en su mayoría, nuevamente le dieron la espalda a los sectores más necesitados de la sociedad una vez que pudieron salvar sus ropas, expresando su descontento hacia que el Estado, por medio de tributos, tome las rentas extraordinarias para efectuar una redistribución de riquezas que actúe como equilibrio entre las clases sociales.
La intervención en la economía parecería que es mala palabra para los sectores medios, pero también es una falacia. Fue el Estado el que en el gobierno de Menem pedía préstamos al FMI y al Banco Mundial para que se sostengan el modelo del 1 a 1, la heladera en cuotas y los viajes por el mundo, que tanto favoreció a la clase media y que tuvo un impacto demoledor en la Industria y el campo.
Al mismo tiempo las recetas del Consenso de Washintong llevaban a la destrucción de la estructura estatal. A un grave deterioro de un sistema de salud y de educación únicos en la región. A la venta a precio módico de los servicios públicos esenciales y los recursos naturales no renovables. Mientras tanto, el caudillo riojano era recibido con honores por la gran fiesta del campo en la Sociedad Rural y era reelegido por una sociedad que hacía la vista gorda al desempleo y la marginalidad cada vez mayor.
Fue también el Estado el que en el 2001, durante la peor crisis económica de la historia del país, intervino para la pesificación de las deudas bancarias que tanto afectaron a la clase media, evitando la ejecución de las hipotecas y la consecuente venta de casas de familias y campos.
También hizo lo propio con la pesificación asimétrica que licuó las deudas de grandes empresas, sin que ningún conglomerado mediático proteste por ello. Esto mientras uno de cada tres argentinos estaba desocupado y muchas de estas personas salían a las calles a manifestar su desesperación, ante el descontento de algunos sectores, que en ese momento cuestionaban la legalidad de los cortes y hoy los festejan.
Ese Estado es el mismo que, más allá de cuestiones de tácticas políticas en las que no me corresponde ingresar, hoy tiene la obligación de intervenir una vez más en la intermediación de bienes, de redistribuir las rentas extraordinarias, para así nivelar los desequilibrios a favor de quienes son más perjudicados en el reparto de las riquezas. Ya sea aumentando remuneraciones, construyendo caminos, escuelas u hospitales o evitando que se disparen los precios.
Los que tenemos hemos estudiado leyes debemos recordar, aunque no se ahonde mucho en la carrera, que la equidad es uno de los valores escenciales del conjunto de normas que regulan a la ciudadanía. Aquel contrato social del que hablaba Rousseau comienza a resquebrajarse cuando existen brechas tan bochornosas que permiten que unos pocos tengan tanto y otros muchos tan poco. Igualdad, libertad, fraternidad eran los principios que rezaba aquella primer revolución cívica, hace ya más de dos siglos en Francia, que luego inundó a los demás sistemas jurídicos. Hoy podríamos recordarlos para que la clase media una vez más no quede en off side entre los discursivo y la realidad.
*Abogado especializado en Derechos Humanos.

El oro y el barro.

* Inti Nahuel Pérez Aznar
Eran principios de los 90 y también de mi adolescencia. Cuando llegaba del Colegio Nacional, en mi casa, se veía una serie de televisión llamada “El Oro y el Barro”, en la que actuaban Miguel Angel Solé, Marú Valdivieso y Darío Grandinetti.
No recuerdo mucho más de ella, pero si que era un momento en donde pasaban cosas importantes en nuestro país. Por mi edad no tenía una gran noción de ello, pero las caras largas abundaban en un hogar muy politizado y ligado a lo público. Recuerdo palabras como desguace del Estado, desocupación, privatizaciones, impunidad, pobreza, reforma educativa, FMI, 1 a 1, pizza y champagne. Eso si, no recuerdo haber escuchado ningún cacerolazo o algo que se le estile.
Hace unos días volvió a mi cabeza el título de aquella serie. No por haber visto algo que hacia referencia a ella. Ni por su contenido. Recordé su título cuando escuche a varias personas de diferentes ámbitos hacer referencias vagas a la hora de clasificar a las personas que habitan a nuestro país.
Por un lado dirigentes del agro diferenciando piquetes blancos de piquetes negros. Como si el color de piel o la pertenencia de clase, otorgue mayores derechos, como si el esplendor de su nivel adquisitivo y sus poder de consumo brillen como el oro y por ello prevalezcan sobre la escasez de quienes realizan cortes de ruta para acceder a derechos o a bienes de consumo más esenciales en la vida de las personas, el barro.
Por otro lado se palpaba cierta diferenciación en un aspecto parecido el día martes 25, mientras la televisión transmitía la movilización ¿espontánea? a Plaza de Mayo que hacía sonar sus cacerolas por un descontento que todavía no queda muy claro. ¿A favor del campo? ¿En contra del gobierno? ¿En contra de que se reparta un poco la torta?
La cuestión es que los movileros, así se los llama, diferenciaban a cada rato la “gente” que poblaba la plaza en ese momento, de los “piqueteros” que disputaban por entrar a ella. Esto sin entrar a considerar las violencias ejercidas, por un lado al pedir que se vaya un gobierno constitucional y democráticamente elegido, por el otro, la de quienes desalojaron por la fuerza a este grupo. De diferente índole, pero violencias al fin. Más allá de esto, el martes los ciudadanos se fueron a dormir con la sensación instaurada por los medios de que la protesta de la “gente” era más legítima que la de los “piqueteros. El Oro y el Barro.
Imágenes: el miércoles 26 salía de ver las conmovedoras fotografías de Gustavo Germano y Adriana Lestido en el Centro Cultural Recoleta. Cruzaba la Avenida Alvear cuando comencé a escuchar un ruido metálico. Allí estaban ell@s en sus coquetos departamentos al ritmo de las cacerolas. Pensè incrédulamente ¿porque protestan? Cuando baje la mirada, observé a una familia completa rompiendo la basura buscando comida. Allí frente a sus narices, hurgando su basura. Hace días que me retumba en la cabeza una pregunta ¿alguna vez en todos estos años habrán hecho sonar algún artefacto de cocina frente a semejante injusticia? El Oro y el Barro.
*Abogado especialista en Derechos Humanos.

Un recomendado...para leer subrayando


Era un obsesivo de la limpieza, a tal punto, que no subrayaba los libros siquiera...como para no ensuacirlos. El tiempo pasó, las cosas cambiaron, comencé a descuidar mi estética y también a marcar los libros...
Ahí va uno que rayé de punta a punta: "El Vano Ayer", de Isaac Rosa, Ed. Seix Barral.
Es una mirada del franquismo diferente a la que solemos ver, sobre todo, en el cine español, tan afecto a caricaturizar esa época, a crear personajes casi grotescos que, a veces, terminan por tender un manto de indulgencia sobre tan tenebrosa etapa.
Vale la pena, tiene muchos paralelos con nuestra historia reciente...