martes, 16 de septiembre de 2008

Algo de Cine y algo de Derecho

En la columna “El cine que algunos ven” que tiene su espacio en “Homo Erectus”, tuve la oportunidad, en dos ocasiones, de relacionar una película con un artículo de Derecho. En realidad, no fui yo quien formuló esa relación, sino que fue Víctor Abramovich y es a él a quien corresponden los créditos.
Los artículos analizan cuestiones jurídicas, incidentalmente viajan cada uno a una película y se titulan “Los inútiles” y “El complejo de Rock Hudson”. Por mi parte y siguiendo la orientación de mi columna, hice mayor hincapié en el aspecto cinematográfico que en el jurídico y eso mismo trataré de hacer en la siguientes líneas.
En primer lugar tenemos esa maravillosa película llamada “Los inútiles” (I Vitelloni, 1953). Dirigida por Federico Fellini, protagonizada en Franco Fabrizi, Franco Interlenghi, Alberto Sordi, Leopoldo Trieste, Leonora Ruffo y Lida Baarova. Justamente trata de cinco inútiles. No trabajan, nunca lo han hecho, no tienen intención alguna de hacerlo y desprecian a quienes sí trabajan.
La famosa escena en que el grupo viaja en auto por una ruta y Alberto (Sordi) va con medio cuerpo fuera del vehículo, cuando ve a un grupo de obreros trabajando con sus palas y picos a un costado de la ruta y les grita “Laboratori” para luego hacerles el clásico “corte de manga” y emitir con su boca la “pedorreta” de burla. Lamentablemente para ellos, el automóvil sufre un desperfecto mecánico y se detiene, lo cual da oportunidad a los trabajadores burlados, de contestar la burla a golpes por doquier.
Esta es la escena que mencionó Abramovich en su artículo, cuando compara esa actitud, con la tomada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en una composición anterior, en un fallo a través del cual dejó sin seguro de desempleo a miles de trabajadores momentáneamente desocupados.
La otra película es “Man’s Favorite Sport?” (1964), típica comedia de Hollywood de las décadas del 50 y 60, es conocida aquí como “Su juego favorito” o “Su deporte favorito”. La traducción más exacta sería “El deporte favorito del hombre” y en sentido interrogativo, pero en nuestras tierras, como en muchas otras, el gusto por no traducir los nombres de las películas (y de algunas canciones) y en su lugar poner otro cualquiera que nada tiene que ver con su original, es algo que ha existido siempre y existe actualmente. Tengo esperanzas que eso cambie.
En esta película, dirigida por Howard Hawks (quien dirigió la magistral “Scarface” en 1932), Rock Hudson interpreta a Roger Willoughby, un dependiente de un importantísimo centro de ventas de pesca que ha escrito un libro sobre la pesca y al que podríamos considerar como el manual más completo en lo que a la materia hace. Las personas relacionadas con el mundo de la pesca lo consideran una autoridad, un experto, alguien que conoce todo lo que hay que saber sobre pesca.
Pero Roger es invitado a participar en un concurso nacional de pesca y allí surge que él nunca había estado en un río, nunca ha pescado, no sabe nadar, no sabe manejar la lancha. Todo lo sabe por haber leído libros de libros.
Aquí aparece la vieja dicotomía entre práctica y teoría y el film trata de resaltar que lo mejor es poseer ambas.
Aquí, desde mi punto de vista por demás parcializado (admirador de Fellini y poco conocedor y cultor del cine de comedia de Hollywood de los años 50 y 60) la esencia de este comentario radica más en el artículo que en el filme, ya que el cuestionamiento se orienta directamente al sistema tradicional de enseñanza del Derecho y podemos del mismo modo, extenderlo a otras materias.
El artículo puede leerse en forma autónoma, por supuesto, pero recomiendo para quienes no estudian derecho, ver la película en primer término, que resultará entretenida y generará, seguramente, un rato de distensión.
En el caso de la película “Los Inútiles”, no es recomendación sino conminación a verla. Podrán luego leer el artículo, pero no dejen de ver a Sordi y a Interlenghi, entre otros, descollando junto a la maravillosa dirección de Fellini, riéndose de ellos mismos pero observando la realidad social tal cual era, como más de una vez hemos podido observar en ese cine italiano que tanto nos gusta.
Edgardo Salatino

1 comentario:

EC dijo...

Edgardito,
Un brillante análisis de las pelis. Además me gustó mucho la estética del Blog. Avanti y visiten en autosyvistos. Abrazo